lunes, 30 de marzo de 2009

OPORTUNIDAD DE MEJORA

La visión profesional como oportunidad de mejora
Por Ing. Javier Ruiz
marzo 2009

Muchas son la ocasiones que nos vemos expuestos por situaciones laborales difíciles al no saber como sortear lo comprometido del instante y omitimos el aspecto profesional de nuestras acciones inmediatas, poco parece importar este recurso si el resultado que obtenemos brinda el no dejarnos como perdedores del momento y seguimos el camino de la improvisación furtiva y carente de objetividad, en el mejor de los casos, llegando a lastimar el autoestima de los demás por solo permitirse a si mismo la razón de sus acciones.
Con este sentido pragmático, solo se postergan soluciones y plazos, que como bola de nieve se volverán en contra nuestra mas tarde que el péndulo de las circunstancias reviertas su giro, con un acrecentado factor de irresponsabilidad y en reflejo a todas nuestras fallas acumuladas.
Para ayudar a sortear dichas enmiendas, propongo tres herramientas en el ejercicio de nuestras relaciones sociales: respeto, tolerancia y congruencia.
El respeto ha tenido la interpretación de temor o miedo a los demás, como si hiciéramos fiel seguimiento de la frase “solo se respeta aquello que se teme...” pero la interpretación profesional del respeto debe entenderse como la solicitud en reflejo de como es que quiere uno ser tratado, en primera instancia. Siguiendo con el protocolo de intercomunicación de las relaciones sociales que hoy en nuestros días prevalece para la comunicación respetuosa entre las personas.
Son varias las ocasiones que hemos dado muestra de relación laboral relajada e inmadura, con ausencia de disciplina, que por la escasa madurez hace que todos interpreten su propio papel a su manera y a su modo, apostando a la inmediatez del momento y en la solución parcial de las circunstancias. Todo esto desencadena la cerrada condición de cancelar salidas amables y cordiales para los conflictos que como lucha de intereses son afines a la busqueda de la trascendencia y legitimidad del actuar interpersonal, generando las disparidades y las consiguientes diatribas estériles de los actores y en franca disputa de egos.
Los egos antagónicos son complicados de sortear, ya que la frágil línea que divide el orgullo de la sostenida dignidad es a veces indistinguible y mas cuando al calor de las discusiones se alejan del sentido profesional y lo cual deja en claro el verdadero nivel de los inmiscuidos en el sin sentido de sus dichos.
Los diferentes tipos de liderazgos deben ser respetados y entendidos, considerando que en el mejor de los casos podrán ser mejorados con la interrelación del colectivo y que su individualidad nutra el sentido amplio de equipo, que tenga conocimiento del proyecto que se persigue y generando el compromiso necesario para impulsar el desarrollo de todos, que como formación profesional se busca para que el sentido de trascendencia, ya reconocido, no presente antagonismos con una visión global de resultados.
Las áreas de atención son fáciles de apreciar no se requiere análisis exhaustivos o diseños especiales de atención, la sencillez de los mismos ameritan la disponibilidad solamente y la franca decisión por generar un cambio en el entorno y dar una aportación al grupo, fortaleciendo con un gran paso a la idea principal de generar equipo.
La improvisación tiene su serios riesgos de no estar preparados para generar sus control, si existe ausencia de legitimidad y solo es imitación se pierde el verdadero valor de la buena improvisación ya que la solución que se brinda es de corto alcance y de simulado desempeño en la coordinación de las circunstancias.